Del manantial a la botella: el recorrido del agua mineral
- Consultas GRO Consultores
- 6 jun
- 2 Min. de lectura
Cuando abrís una botella de nuestra agua, estás bebiendo mucho más que un líquido cristalino. Estás conectando con un recorrido que comienza en lo más profundo de la tierra, entre las rocas milenarias de la Sierra, donde la naturaleza filtra, enriquece y protege cada gota durante décadas.
Ese recorrido —silencioso y puro— es lo que queremos contarte hoy.
1. El origen: una fuente protegida por la naturaleza
Todo empieza en un manantial subterráneo ubicado en una zona de acceso restringido, alejado de toda actividad urbana o agrícola. El agua que ahí brota no ha sido tratada ni modificada: es naturalmente pura, con un equilibrio mineral que no necesita ningún agregado. Es la naturaleza la que hace el trabajo, y nuestro rol es respetarla.
2. La captación: sin alterar su esencia
Utilizamos un sistema de captación por gravedad, lo menos invasivo posible, que evita el uso de bombas o procesos agresivos. Desde ahí, el agua se transporta en tuberías de acero inoxidable directamente a la planta, en un circuito cerrado que garantiza que no haya contaminación externa.
3. El control de calidad: cada gota, analizada
Antes de entrar en línea de producción, cada lote de agua pasa por controles físico-químicos y microbiológicos. Medimos su pH, conductividad, nitratos, calcio, sodio, y otros parámetros que aseguran que su composición se mantenga estable y saludable. No hay secretos: estos análisis están disponibles porque creemos en la transparencia.
4. El embotellado: higiene y precisión automatizada
La sala de llenado está diseñada bajo estrictas normas sanitarias. El proceso está completamente automatizado y ocurre en un ambiente estéril. Las botellas (de vidrio o PET libre de BPA) se enjuagan con agua ozonizada antes del llenado, que se realiza sin contacto humano. Inmediatamente después, cada botella es sellada y etiquetada.
5. El envasado final: cuidando cada detalle
Finalmente, las botellas se agrupan, embalan y almacenan en condiciones controladas. Cada caja tiene un código de trazabilidad que permite seguir el recorrido exacto del producto desde su origen hasta el consumidor final.
Un viaje corto en distancia, largo en pureza recorrido
De la Sierra a tus manos hay pocos metros, pero muchos años de filtrado natural, decisiones cuidadas y un compromiso firme con la calidad. Porque para nosotros, embotellar agua no es solo un proceso industrial. Es una responsabilidad. Es conservar intacta la pureza de un recurso que la naturaleza nos entrega y vos confias en disfrutar.
Agua Virgen: pureza premium, sofisticación en cada gota.









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